miércoles, 18 de febrero de 2015

“VUELVAN A MÍ DE TODO CORAZÓN”

Con la celebración del miércoles de ceniza se comienza el tiempo litúrgico de la Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, tiempo de preparación para la fiesta más grande de la Iglesia que es la Pascua, se prepara el cuerpo pero principalmente se prepara el corazón.


Como cada año este miércoles 18 de febrero, se llevó a cabo la celebración de la imposición de la ceniza en la parroquia Jesús de la Misericordia y su capilla Inmaculado Corazón de María, ambas ubicadas en el Barrio Vidrieros del Municipio de Chimalhuacán, Edo. de México, se dio inicio a las 8:00 y 9:00  a.m. con la celebración Eucarística en donde el Pbro. Alfredo Valencia Martínez Párroco, resalto que mediante un gesto de imponer ceniza en la frente o cabeza se manifiesta ante la comunidad que se está arrepentido de la fallas cometidas y se es llamado a una verdadera conversión - ya que por eso se está aquí presente- dijo el padre, porque se desea ser cada día mejor, es un tiempo de oración, penitencia, abstinencia, ayuno y de realizar obras de caridad y misericordia, el padre invito a los presentes a poner en práctica lo que el Señor pide.





A la par se impuso ceniza en las Casas de Oración y Pequeñas Comunidades que se encuentran dentro de alguno de los 9 sectores en los que se encuentra dividida territorialmente la parroquia, estas recibieron durante todo el día a los fieles en donde se impartió una catequesis haciendo hincapié de la importancia de este tiempo litúrgico: Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón, “la imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo".





Algunos coordinadores aprovecharon la presencia de los vecinos para invitarlos a integrarse en una casa de oración.

El origen de esta costumbre se remonta a los primeros siglos de la Iglesia, el Jueves Santo  las personas que querían reconciliarse con Dios, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un vestido penitencial dando con ello a conocer su voluntad de convertirse.

En el año 384 D.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior, la ceniza recuerda que algún día hay que morir “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"



También, fue usado este período para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

El espíritu de la Cuaresma, debe ser como un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales, con la purificación del corazón, una práctica perfecta de la vida cristiana y una actitud penitencial.


 La penitencia, traducción latina de la palabra griega metanoia que en la Biblia significa la conversión (literalmente el cambio de espíritu) del pecador, designa todo un conjunto de actos interiores y exteriores dirigidos a la reparación del pecado cometido, y el estado de cosas que resulta de ello para el pecador.



Concretamente cambio de vida, se dice del acto del pecador que vuelve a Dios después de haber estado alejado de Él, o del incrédulo que alcanza la fe.

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