Con la
celebración del miércoles de ceniza se comienza el tiempo litúrgico de la
Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar el misterio de la pasión, muerte
y resurrección de Cristo, tiempo de preparación
para la fiesta más grande de la Iglesia que es la Pascua, se prepara el cuerpo
pero principalmente se prepara el corazón.
Como cada
año este miércoles 18 de febrero, se llevó a cabo la celebración de la
imposición de la ceniza en la parroquia Jesús de la Misericordia y su capilla
Inmaculado Corazón de María, ambas ubicadas en el Barrio Vidrieros del
Municipio de Chimalhuacán, Edo. de México, se dio inicio a las 8:00 y 9:00 a.m. con la celebración Eucarística en donde
el Pbro. Alfredo Valencia Martínez Párroco, resalto que mediante un gesto de
imponer ceniza en la frente o cabeza se manifiesta ante la comunidad que se
está arrepentido de la fallas cometidas y se es llamado a una verdadera
conversión - ya que por eso se está aquí presente- dijo el padre, porque se
desea ser cada día mejor, es un tiempo de oración, penitencia, abstinencia,
ayuno y de realizar obras de caridad y misericordia, el padre invito a los
presentes a poner en práctica lo que el Señor pide.
A la par se impuso ceniza en las Casas
de Oración y Pequeñas Comunidades que se encuentran dentro de alguno de los 9
sectores en los que se encuentra dividida territorialmente la parroquia, estas
recibieron durante todo el día a los fieles en donde se impartió una catequesis
haciendo hincapié de la importancia de este tiempo litúrgico: Cuarenta días que
la Iglesia marca para la conversión del corazón, “la imposición de las cenizas
nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida
definitiva se encuentra en el Cielo".
Algunos coordinadores aprovecharon la
presencia de los vecinos para invitarlos a integrarse en una casa de oración.
El origen
de esta costumbre se remonta a los primeros siglos de la Iglesia, el Jueves
Santo las personas que querían
reconciliarse con Dios, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la
comunidad con un vestido penitencial dando con ello a conocer su voluntad de
convertirse.
En el año
384 D.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos
y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar
los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas
que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de
año anterior, la ceniza recuerda que algún día hay que morir “Recuerda
que polvo eres y en polvo te convertirás"
También,
fue usado este período para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la
noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
El espíritu de la Cuaresma,
debe ser como un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la
Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al
desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales,
con la purificación del corazón, una práctica perfecta de la vida cristiana
y una actitud penitencial.
La penitencia,
traducción latina de la palabra griega metanoia que en la Biblia significa
la conversión (literalmente el cambio de espíritu) del pecador, designa
todo un conjunto de actos interiores y exteriores dirigidos a la
reparación del pecado cometido, y el estado de cosas que resulta de ello
para el pecador.
Concretamente cambio de
vida, se dice del acto del pecador que vuelve a Dios después de haber
estado alejado de Él, o del incrédulo que alcanza la fe.
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