Chimalhuacán,
Méx., a 26 de octubre de 2013. Con gozo, la IV Vicaria Episcopal “Nuestra
Señora de Guadalupe” participó en la celebración Eucarística con motivo de la
clausura del Jubileo circular de las 40 hrs., y al mismo tiempo, la apertura
del Año de la Fe, acontecimientos en los cualeses3 se expresó el amor a Jesús
presente en la Eucaristía y los fieles manifestaron su Fe como discípulos
suyos, adhiriéndose a su plan de salvación.
Dicha
celebración tuvo lugar en la Parroquia “San Martín de Porres”, sede del
decanato Embarcadero. Cabe mencionar que los decanatos Acuitlapilco y Santa
Mónica se dieron cita horas antes para salir en procesión con Jesús
Sacramentado y sus comunidades, las cuales caminaron con mucha alegría hasta el
lugar donde se celebró la Eucaristía. Ya en la parroquia sede se tuvo un
momento de adoración y alabanza, mientras los sacerdotes administraban el
sacramento de la reconciliación a muchos de los participantes de esta fiesta.
Los
fieles recibieron gustosos la bendición Eucarística y fue así como se dio
comienzo a la celebración, la cual fue presidida por el Obispo de Texcoco,
Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez y concelebrada por los sacerdotes de la IV
Vicaría; dentro de la misma, el Pbro. Francisco Oliva Calva, párroco de Santa
Mónica, dio lectura al decreto con que se inauguró en esta Vicaria, el Año de
la FE, recordando la importancia del mismo para alcanzar como Iglesia una
madurez de Fe y ayudar a muchos de los bautizados a redescubrirla en sus vidas.
Dentro
de la homilía el Obispo invitó a saber interpretar los signos de los tiempos
cuya manifestación más grande está en la persona de Jesucristo, pues ya no es
el tiempo natural, traducido en las estaciones del año, el que debe regir
nuestra vida para poder movilizarnos u ocuparnos de nuestras tareas ordinarias,
es Jesucristo el que ahora gobierna nuestra vida para motivarnos no sólo a
hacer bien los trabajos ordinarios, sino a buscar desde lo ordinario las cosas
extraordinarias, para hacer de la propia existencia un verdadero sacramento de
salvación, es decir la Iglesia que vive de su Señor y por su Señor.
Al finalizar la celebración, sacerdotes, religiosas y laicos compartieron los alimentos en un ambiente de verdadera comunión
Escrito por: Diac. Gerardo Bastida Delgado